Para mí funcionalidad significa un producto que satisface las necesidades señaladas por el consumidor, está adaptado a un uso en determinadas condiciones, permite mejorar nuestro confort y está adaptado a nuestras necesidades.

El confort es un estado psíquico y físico que influye en la satisfacción de las necesidades de comodidad, tranquilidad, seguridad. Me siento cómodo en mi vida laboral cuando tengo las herramientas adecuadas para el trabajo y unas buenas condiciones para su realización garantizadas. El confort es también placer al realizar las tareas, ausencia de factores externos que me limitan, influyen negativamente en mí y provocan incomodidad. Pero el confort en la vida privada es el compañerismo, la amabilidad y el amor en la familia.

La imagen es un aspecto muy importante al comprar cualquier cosa o firmar contratos vinculantes. La visualización del producto influye mucho en nuestra percepción, es lo que se llama comprar con los ojos, pero también se debe tener en cuenta la totalidad del proceso de creación del producto. La forma en la que es creado, el renombre que ha ganado la empresa en el mercado local, cómo trabajan los empleados, si cuida del medio ambiente, si se compromete en la vida social de la región.
En mi opinión deberíamos prestar atención precisamente a esto al hacer compras o firmar contratos. Por supuesto, el efecto visual es también importante, porque todo el mundo prefiere algo «bonito», pero no podemos olvidar los anteriores aspectos. La calidad, el renombre, la funcionalidad son aspectos muy importantes en las compras.

La durabilidad es algo que nos proporciona una sensación de seguridad, de que «no se estropeará justo después de comprarlo». Teniendo en cuenta el aspecto físico del producto la durabilidad nos garantiza la estabilización de los procesos en la empresa, provoca un aumento de la confianza en el fabricante y también despierta una mayor confianza en los productos ofrecidos. La durabilidad es también importante en cuanto al precio: personalmente, yo prefiero un poco más caro pero más tiempo que más barato pero menos tiempo. Se dice que el dinero del avaro dos veces va al mercado, algo que a menudo es cierto. Yo recomiendo personalmente productos más duraderos, a pesar de ser más caros que los más baratos, que hay que cambiar con más frecuencia. Además, tal cambio conlleva a menudo tiempo e implicar a un grupo de personas, algo que no siempre es tenido en cuenta al comprar y, como resultado final, lo más barato resulta ser más caro.